Fabricando un Padre

En el taller más extraño y sublime conocido, 
se reunieron los grandes arquitectos, 
los afamados carpinteros 
y los mejores obreros celestiales 
que debían fabricar al Padre perfecto. 

Debe ser fuerte! - Comentó uno 
También debe ser dulce! - comentó otro experto 
Debe tener firmeza y mancedumbre, tiene que saber dar buenos consejos; 
Debe ser justo en momentos decisivos, 
alegre y comprensivo en los momentos tiernos. 
¿Cómo es posible? - Interrogó un obero 
Poner tal cantidad de cosas en un solo cuerpo... 
AH! Es fácil - contestó el ingeniero 
Solo tenemos que crear un hombre con la fuerza del hierro 
y que tenga corazón de caramelo. 

Todos rieron ante la ocurrencia. 

Y se escuchó una voz... Era el maestro 
Dueño del taller del cielo. 
Vaya, vaya, veo que por fin comienzan - Comentó sonriendo 
No es fácil la tarea, es cierto, 
pero tampoco es imposible si ponen interés y amor en ello. 

Y tomando en sus manos un puñado de tierra, comenzó a darle forma. 
Tierra?.. - Preguntó sorprendido uno de los arquitectos 
Pensé que lo fabricariamos de mármol, o marfil, o piedras preciosas 

Éste material es necesario para que sea humilde - Le contestó el maestro 
Y extendiendo su mano sacó oro de las estrellas y lo añadió a la masa 
ésto es para que en pruebas brille y se mantenga firme, 
agregó a todo aquello amor, sabiduría, le dio forma, le sopló y cobró vida 
pero faltaba algo, pues en su pecho le quedaba un hueco, 
y que pondrás ahi? - le pregunto uno de los obreros 
y abriendo su propio pecho, 
y ante los ojos asombrados de aquellos arquitectos, 
sacó su corazón, le arrancó un pedazo y lo puso en el centro de aquel hueco. 

Dos lágrimas salieron de sus ojos, 
mientras volvía a su lugar su corazón ensangrentado, 
Porqué haz hecho tal cosa? - Le interrogo un ángel obrero 
y aún sangrando le contestó el maestro: 
Esto hará que me busqué en momentos de angustia, 
que sea justo y recto, 
que perdone y corrija con paciencia 
y sobre todo, que este dispuesto aun al sacrificio por los suyos, 
y que dirija a sus hijos con su ejemplo, 
porque al final de su largo trabajo, 
cuando haya terminado su tarea de padre haya en la tierra, 
regresará hasta mí, y satisfecho por su buena labor 
yo le daré un lugar aquí, en mi reino, 
le extenderé mi mano, desacansará en mi pecho, 
y tendrá vida eterna. 

Yo también soy padre, y por él, por su bien, 
para otorgarle vida, 
me arranqué del corazón un pedazo de amor y lo pusé en su pecho 
para que a mí regrese, 
guiado por la sangre que derrame por el en una cruz 
para darle perdón, para mostrarle que aunque es duro ser padre 
cuando extiendes tus brazos y perdonas, 
la recompensa es vida, gozo y amor eterno.
Autor: Mariano Osorio

1 comentario:


  1. Yo también soy padre, y por él, por su bien, para otorgarle vida, me arranqué del corazón un pedazo de amor y lo pusé en su pecho para que a mí regrese, guiado por la sangre que derrame por el en una cruz para darle perdón, para mostrarle que aunque es duro ser padre cuando extiendes tus brazos y perdonas, la recompensa es vida, gozo y amor eterno.......

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